Francisco Aguiar Barajas
Fuente: El Occidental
Mientras la fe de miles de creyentes se vuelca en torno a la figura de un Cristo que lloró sangre durante seis días consecutivos, en una humilde vivienda de la delegación de Pacana, en Tala, comienzan a darse manifestaciones extraordinarias, tras conocerse el milagro sobre José Salvador Sáinz González, a quien curó de cáncer.
Este testimonio obra en un libro que se instaló a la entrada de la casa y donde cientos de fieles, escriben sus experiencias.
La procesión en la casa marcada con el número 50 de la calle de López Mateos es interminable, el ir y venir de gente enterada de lo que consideran un milagro, va en aumento, tanto que los señores dueños del Cristo, don Jesús Ledesma y Blanca Estela Barragán, no dan tregua al descanso y la preparación de sus alimentos. "No podemos dormir lo necesario y menos comer, ante el arribo de la gente interesada en ver la imagen", señala el dueño de la casa.
Devota como es de la Virgen de Guadalupe, Josefina González acudió a pedir al Cristo Sangrante por la salud de su hijo José Salvador Sainz, desahuciado de cáncer quien radica desde hace 24 años en San Diego, California; "le pedí con todo el amor de madre, por la salud de mi hijo, sin embargo, grande fue mi sorpresa, al enterarme que de manera inexplicable, el cáncer desapareció por completo".
Este testimonio obra en un libro que se instaló a la entrada de la casa y donde cientos de fieles, escriben sus experiencias.
La curiosidad, mezclada con la fe y la devoción de miles de personas, ha obligado a los dueños de esta figura de 40 centímetros, a instalar un cristal para resguardarlo, ya que los visitantes lo primero que hacían al acercarse a la imagen, era llevar sus dedos a los rastros de sangre derramada por todo el cuerpo.
Otro de los milagros que obró el Cristo ensangrentado sobre la humilde vivienda y quienes viven en ella, que de un molino les pasan de luz eléctrica, ya que es tal la pobreza en que vive el matrimonio, que ni para eso les alcanza. Ahora, quienes visitan la casa, están solicitando a las autoridades de esta ciudad, arreglen el ingreso a esta colonia, destrozada por completo por la acción del temporal de lluvias.
Blanca Estela Barragán López no atina a entender el milagro, cuando la tarde del 25 de julio sufrió una alteración en su glucosa (padece diabetes), se tomó una pastilla para controlarse y abrir los ojos, vio cómo brotaban gotas de aparente sangre de la frente del Cristo; "llamé a mi hija y le pregunté si veía lo que estaba viendo, me respondió que sí y a gritos llamamos a su esposo, quien para percatarse que no era una visión, tomó en uno de sus dedos una gota de sangre y al momento cesaron aquellas lágrimas de sangre", recuerda la señora, quien a casi un mes del fenómeno, no encuentra explicación al suceso. "Al día siguiente, rezamos y pedimos a Dios los revelara la razón del mensaje, a nosotros una familia muy humilde. Para nuestra sorpresa, volvieron a aparecer gotas de sangre", señala.
La familia fue al templo el domingo 26 de julio, platicó del suceso con el párroco, quien ocurrió a la casa, tomó sangre de la imagen con un papel y lo tiró al suelo.
LA SANGRE
Tras esto, un químico farmacobiólogo Óscar Saucedo fue a la vivienda, tomó una muestra del rastro hemático para someterlo a través de reactivos Hema Screen y Orbitest, revelan que no existen proteínas, caso sumamente extraño ya que en humanos y animales se da este tipo de nutrientes; la sangre a través del macroscopio indicó ser del tipo AB positivo, mientras que microscópicamente, fue imposible establecerlo. Pocas son las personas con este tipo de sangre.
Según los teólogos que han estudiado el Sudario de Turín, se infiere que el tipo de sangre de Jesús, fue de AB positivo, el mismo encontrado en la figura milagrosa.
Mientras tanto, aumenta el número de devotos y curiosos que a diario acuden a ver de cerca el milagro del Cristo ensangrentado.
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