lunes, 3 de agosto de 2009
CONSPIRACIONES. Gary McKinnon o la imprudente obsesión de un nerd.
POR FERNÁN GONZÁLEZ-TORRES
Fuente: La Página
Gary McKinnon tiene un lugar de honor en el mundo de la piratería informática. Este británico de 43 años fue capaz de penetrar computadoras de la Nasa, el Pentágono y el Ejército y la Marina de Estados Unidos desde su apartamento en el norte de Londres entre 2001 y 2002. Su interés, dice, era descubrir la información sobre OVNIS, objetos volantes no identificados, que supuestamente guardaba el gobierno estadounidense. Con una computadora barata y el programa de computación Perl, McKinnon hizo una búsqueda de bancos de datos en Estados Unidos que no estuvieran protegidos con una contraseña. Fue así como dice haber llegado a las computadoras del Pentágono y la Nasa.
Obsesión
La facilidad con que ingresó a los que son los sistemas informáticos más seguros del mundo lo llevó seguramente a emprender nuevos y más audaces ataques. Sin embargo, su obsesión lo llevó a cometer errores como dejar mensajes en la pantalla de los ordenadores. El colmo de la imprudencia fue cuando escribió que la política exterior de Estados Unidos era equivalente de terrorismo de Estado y que los ataques del 11 de septiembre fueron perpetrados por agentes del gobierno estadounidense. McKinnon tenía motivos para sentir plena euforia. Sin embargo, su buena suerte terminó el día en que quiso bajar una fotografía en blanco y negro de una supuesta nave de extraterrestres desde una computadora en el centro espacial de Houston, en Texas.
Gary McKinnon está ahora en medio de un proceso legal para impedir ser extraditado a Estados Unidos, donde podría ser condenado hasta a 70 años de cárcel. Su argumento es que debe ser juzgado en Gran Bretaña porque fue aquí donde cometió los delitos por los que se le acusa.
Trastorno
Los defensores de McKinnon, que no son pocos, alegan también que padece del síndrome de Asperger, una forma de autismo. Se trata de un trastorno en el que el cerebro se concentra en temas específicos lo que puede manifestarse en una obsesión, sobre todo por cosas ordenadas. El diagnóstico de McKinnon está avalado por una de las autoridades en la materia, Simon Baron Cohen. Sin embargo, el Pentágono está decidido a que se juzgue y castigue a McKinnon en un tribunal estadounidense. Los daños, afirma un funcionario del Departamento de Defensa, fueron demasiado grandes. Reparar las computadoras costó nada más y nada menos que 700 mil dólares.
A Gary McKinnon no le queda mucho por hacer para evitar su extradición después de que el Alto Tribunal de Gran Bretaña dictaminara en su contra. Es probable que tenga que purgar su delito en una cárcel estadounidense.
El hombre que se define como un nerd incoherente reconoce que su obsesión le ha costado caro.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario