Arys L. Rodríguez Andino / Primera Hora
La bola de fuego que vio caer una adolescente en San Sebastián podría ser un meteorito, pero es bastante raro que este cuerpo celeste logre alcanzar la superficie sin desintegrarse.
Michael Nolan, astrónomo del radiotelescopio de Arecibo, dijo que si cayó del cielo, “tiene que ser un meteorito”, pero aclaró que en Puerto Rico es muy difícil encontrarlos porque hay muchos árboles y son muy pequeños. “Es más fácil en los desiertos”, manifestó.
Lo habitual, según el astrónomo, es no encontrar nada. “Normalmente, se desintegran como a 100 millas de altitud. La mayoría se desintegra antes de caer”, insistió sobre los fragmentos rocosos que constantemente entran a la atmósfera sin dejar ningún rastro y que a menudo son confundidos con estrellas fugaces.
El presidente de la Sociedad de Astronomía del Caribe, Eddie Irizarry, mencionó también que es bastante común que la gente vea cosas en el cielo, pero no que lleguen a caer en la Tierra. Mucho menos que se desate un fuego en el lugar donde cayó. “Eventos como ése de San Sebastián muchas veces entran con más frecuencia de lo que uno se imagina, pero no logran alcanzar la superficie”, aclaró.
Acerca del incendio en la finca, presuntamente causado por la “bola de fuego” caída del cielo, Irizarry aseguró que no es descabellado. “Usualmente un meteoro cuando entra a la atmósfera puede venir encendido por la velocidad y la fricción. En 1908 ocurrió algo parecido, pero a una escala mayor”, mencionó sobre las 830 millas que se quemaron cuando tocó la superficie lo que se cree fue un gran meteoro o un cometa.
En Tunguska, Siberia, algo parecido a una gran explosión dejó desolada una zona de árboles. La explosión fue registrada con toda claridad por sismógrafos de numerosos países, entre ellos Gran Bretaña, pero no se encontró evidencia de cráter alguno. Efraín Vidal, astrónomo aficionado, no pone en duda la versión de la adolescente, pero reconoce que si no hay más testigos, entonces “hay que creerlo por cuestión de fe”. “Es curioso porque si es tan impresionante y llamativo, ¿por qué una sola persona lo vio?”, se preguntó el médico cirujano.
Según Vidal, diariamente caen más de 400 objetos, “pero son partículas como un grano de arena o una quenepa”. “Prácticamente, ninguno es apreciable porque se desintegran”, reiteró. Los supuestos avistamientos de ovnis son, para el aficionado a la astronomía, las partículas que caen a la atmósfera “y se van quemando”.
El incendio de la finca de Manolín Ramos puede tener la explicación en que al evaporarse el material “caído del cielo” la chispa provocó el fuego. “Es bien poco usual que ocasione un incendio y no recuerdo algún evento, pero no es descabellado. Ciertamente es posible”, aseguró Irizarry, quien entiende que, aunque pequeños, podrían encontrarse fragmentos del meteorito en la zona del evento.
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