lunes, 8 de marzo de 2010
CULTURA. Novela de amor en clave de ciencia ficción.
Fuente: www.telam.com.ar
En el libro "El fondo del cielo", el escritor argentino Rodrigo Fresán narra una historia de amor en clave de ciencia ficción que se extiende, más allá de sus personajes, a otra historia romántica que tiene que ver con el oficio del escritor y los viajes que éste emprende entre un planeta y otro.
"No está mal, cada tanto, que lo que ocurra en este planeta se imponga en el que habitamos los escritores. Todo libro podría ser una metáfora de esa afirmación", dice a Télam Fresán sobre su última novela, donde seres extraterrestres y de este mundo se cuelan con hechos en tono apocalíptico, como el atentado a las Torres Gemelas y las invasiones a Irak y Afganistán.
"En cuanto a la metáfora entre planetas, si vas a los profundo, hilando muy fino, el otro planeta es el libro que uno esta escribiendo, viajando de ida y vuelta constantemente", asegura en diálogo telefónico desde Barcelona, donde está radicado.
"Siempre escribo sobre escribir y sobre escritores. Desde que tengo memoria quise ser uno de ellos, me interesan mucho como especie y tengo una idea, no mística, pero romántica de la profesión", sostiene.
Y su novela no da lugar a la duda, está plagada de guiños y referencias que son un homenaje a la literatura de Adolfo Bioy Casares, Kurt Vonegut y Philip K Dick entre otros tantos.
"Nunca deja de parecerme triste que en cuatro meses más gente haya visto `Avatar` que en los últimos 40 años `2001 Odisea del Espacio`", dice al respecto.
El libro, un relato melancólico donde lo más importante es el pasado y no el futuro, "funciona como un `valentain` (esas tarjetas de amor humorísticas que se envían en San Valentín) de todo lo que me gusta de la `ci-fi` (ciencia ficción) y un `heat mail` (una carta con palabras insultantes) de todo lo que odio", confía.
Todo transcurre entre la Tierra y Urkh24 o Aquel-lugar-donde-se-dejan-oír-las-melodías-más-desconsoladas y desanda el poco convencional triángulo amoroso entre seres de ambos mundos, situados en un presente constante donde lo importante no está afuera sino aquí, otra ironía a esas narraciones que persiguen el futuro y ponen el ojo en el espacio exterior.
En este punto se acuerda de un diálogo que mantuvo con Martin Amis hace tiempo, cuando el británico le comentó algo así como que "a los 40 años se experimenta la certeza de la mortalidad y se empieza a sentir que el horizonte se va acercando a uno y no al revés".
"Cuando cumplís los 50 ya estás ubicado sobre esa línea o con poca distancia por delante y descubrís que tenés todo tu pasado para contar, algo tan interesante, tal vez sea para que la crisis de los 50 no me tome tan desprevenido", ironiza el autor clase 63.
El libro contó con otro condimento para su personal gratificación, tuvo que ver con una cuestión parecida a la descompresión, lo escribió en un momento en que considera que la principal corriente en España es una novela de un realismo furioso: "ya hay bastante sobre la Guerra Civil", bufa.
En el fondo del cielo -depende desde que planeta se lo mire- está esa civilización de seres que son sus propios dioses y pasan su vida mirando embobados el cambio continuo y el caos terrestre y, "como si vieran la mejor versión de Gran Hermano, la invasión que planean se convierte en una evasión." "Evasión" es la clave, el título de la misteriosa novela de origen y autor desconocidos que se va colando en la novela de Fresán, a la que, en los momentos en que está de muy buen humor le gusta pensar como una novela sobre la soledad cósmica.
"Puede ser la historia de amor del escritor que ama ese libro, del extraterrestre por la cultura que contempla hasta adorar, de ellos (los protagonistas) por sus profesiones y de `Ella`, que es finalmente la que cuenta todas las demás historias", repasa.
`Ella` es la heroína en el sentido más clásico y poderoso, renuncia al amor, a su condición de terrestre y permanece en el limbo montando y compaginando como consuelo una película con una intensión muy noble, mostrar a lo que vendrá una versión feliz de lo que fue el mundo, sin los cataclismos por los que tanta debilidad tienen los escritores del género.
"Siempre es `Ella` trasmitiendo entre planetas, la antena, la que está realmente imposibilitada de amor y tiene el gesto de mayor pasión posible, dedica su eternidad a intentar reconstruir un momento intrínsecamente especial", que tiene que ver con los amoroso.
Si el tema `Wish you where here`, de Pink Floyd, puede ser considerado el disco de cabecera de "El fondo del cielo", `Dream operator`, de Talking Heads, sería el tema de `Ella`, repasa Fresán en una suerte de postfacio que acompaña su novela, donde explica muchas de sus intenciones en esta historia.
"No hay experiencia más extraterrestre que cuando el amor entra en tu vida, te revienta y te puede destruir. Tal vez los libros sean especímenes extraterrestres, un encuentro cercano del cuarto tipo cuando te enamoras", concluye.
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